“Trust” arranca como piñazo y uno piensa “ah, es uno de esos discos”. Pero no, enseguida llegan los cambios de ritmo y atmósferas, ¡que funcionan! No están porque sí y si algo pudiera no funcionar, tampoco se quedan tanto tiempo como para aburrir o cansar. La banda suena súper ajustada y se nota la intención de hacer cada instante de cada track interesante. Esto puede llegar a agobiar, cómo no (a veces pareciera que las líneas vocales fueran escritas primero y la música después, a su alrededor) pero hay una cohesión en el sonido que, como ya dije, entretiene todo el tiempo. A veces parece que un poco de variedad sonora podría ayudar en la onda general del álbum (todo suena básicamente igual y la diversidad llega en los ritmos y las voces) pero tampoco es que sea del todo necesaria. Quizás más adelante, todo es posible. Una banda para seguir. Los temas para recomendar: "Through Ash", "Motionless in Sky" y "Thumb Spike".
Wilco iba a salir de gira, pero llegó el COVID. Cuarentena, confinamiento, ¿ocio? Nada que ver: Jeff Tweedy compuso y grabó un disco, con ayuda de sus hijos. El resultado no desentona: íntimo y engañosamente sencillo, los temas remiten a un ambiente calmo y hasta reflexivo, como quien mira por la ventana mientras el encierro pasa, a la vez que revisa viejas letras para ponerle música. Quizás Tweedy hizo esto, nunca lo sabremos. Vale aclarar que una guitarra slide se infiltra en los primeros temas y por un momento temí que se tratara de una obra pseudo-country de tímida pretensión. Pero por suerte el álbum es mucho más que eso. Con muchas opciones posibles, me quedo con "Gwendolyn", "Bad Day Lately" y "Half-Asleep" porque bastan como muestra de lo que encierra el álbum.